Construcción histórica de la categoría infancia
En
este ensayo se intentara desplegar un conjunto de reflexiones sobre
la construcción histórica de la categoría infancia. Buscando
comprender la contingencia histórica de la infancia en la formación
de profesoras de nivel inicial y la importancia de desnaturalizar la
mirada sobre esta.
Muchas
veces se piensa a la infancia como una edad en la vida, como una
etapa biológica, pero
la infancia es
una construcción social que en cada tiempo histórico adopto
características específicas. “Los
niños fueron concebidos, recibidos, tratados, institucionalizados,
acompañados de modos distintos según la época”1.
A partir de
la modernidad la infancia adquirió un status propio como edad
diferenciada de la adultez (Hasta el siglo XIII los niños eran
representados como adultos en miniatura, sin rasgos ni vestimentas
propias de un infante). En los proyectos de la modernidad en Europa y
América Latina la educación de la niñez fue una de las estrategias
para la creación de un orden social. En argentina la escolaridad
obligatoria con la ley
14202
funcionó
como un dispositivo disciplinador de los sectores populares. Esto
incidió en la constitución de los niños como sujetos, ya que
empezaban a ser interpelados por distintos tipos de discursos y
aparece un cuerpo de especialistas de la infancia..
debido a
esto podemos decir que es una construcción histórica moderna, en
donde la institución escolar ocupa un rol importante.
Algunos
periodos del siglo XX se han caracterizado por una ubicación del
niño en el centro de la escena educativa, con argumentos
relacionados con la valorización de la naturaleza propia de este
–primera década del siglo el movimiento pedagógico
escolanovistas3
y en las década de los sesenta y setenta la infancia es analizada
por un conjunto de disciplinas que comienzan a transformarse en forma
acelerada desde el punto de vista social, cultural y económico-.Y en
otros periodos se caracteriza por un borramiento del niño –en la
década del treinta la población infantil tenia una fuerte sujeción
al estado y en la década de los setenta se caracterizó por la
presencia militar, donde los niños fueron anulados como sujetos-
Esto nos permite entender que en la actualidad encontramos una
tensión entre represión y permisión, la pretensión de sujetar al
niño a un orden instituido (en este caso el escolar) y de definir
desde allí su identidad, no llega a ser total, en la medida en que,
como toda identidad, la del niño es siempre precaria, relacional y
abierta. En el siglo xx las miradas a la infancia han oscilado entre
la libertad del niño y la autoridad del adulto.
“La
familia, la escuela y la sociedad” tienen un rol muy importante en
la identidad de cada una de las personas. A través de la historia
del nivel inicial se puede observar que en los primeros años de los
movimientos escolarizadores la misión alfabetizadora y
nacionalizante de la escuela, reniega de la influencia familiar en
los niños y descalificaba y neutralizaba las prácticas social y
cultural de las familias. Hacia mediados del Siglo XX, se apuesta a
la familia, convirtiendo a la escuela en una institución donde se
desarrolla la función de enseñanza. En
los años setenta la primera infancia asume una relevancia inédita y
una expansión que se liga con tendencias internacionales. Las
transformaciones de las visiones pedagógicas sobre el niño pequeño
y el jardín de infantes se produce a partir de los años ochenta y
especialmente en los noventa, comienza una identificación
institucional y pedagógica del nivel inicial con pretensiones de
autonomía y características propias dentro del sistema educativo.
El libro “fundamentos y estructuras del jardín de Infantes”4
coloco en primer plano la cuestión de la renovación pedagógica e
introdujo, Sistematizo y desarrollo los aspectos centrales de una
institución como el jardín de infantes, hace referencia a la
necesidad de una educación del niño atenta al futuro y al papel
comprometido de la maestra jardinera, que debe formar grupos de
trabajo, estudio e investigación y debe tener vinculación con la
sociedad de su tiempo.
Las
notorias transformaciones en argentina durante las últimas décadas
permite comprender las nuevas figuras de las infancias: el niño de
la calle y el niño consumidor. En la década de los noventa el
fenómeno estructural fue la niñez en la calle resultado del
empobrecimiento económico-social, en otro polo esta la infancia
consumidora, el deterioro social, el consumo ampliado y el acceso
desigual nos muestran las dos caras contrastantes de la polarización
social creciente.
Hoy
en día el sistema educativo no debe analizarse como un dispositivo
panóptico que configura las identidades de los alumnos, sino que
demanda un análisis de las formas y los contenidos de la
escolarización común desde una perspectiva localizada y la vez
general. En las investigaciones históricas educativas predomina una
visión totalizadora de la niñez, pero como futuras docentes debemos
tener en cuenta las transformaciones producidas en las últimas
décadas, desmontar esa visión y considerar el impacto de la
desigualdad social en la producción de diferencias en el cuerpo
social infantil. Debemos pensar la cuestión de infancia como una
construcción social histórica no inmutable y no natural. El dar
cuenta de sus transformaciones nos permite comprender situaciones y
sucesos presenciados en la actualidad, poniendo en juego la relación
entre pasado, presente y futuro. Las investigaciones históricas nos
permiten situar la diversidad cotidiana en una configuración
inteligible. En la actualidad el docente debe estar atento a los
cambios sociales, aceptar y comprender la existencia de múltiples
culturas, adaptándose a la situación actual y cambiante. Este
análisis nos permite desnaturalizar algunos temas ya instaladas,
mirar las prácticas docentes desde un lente nuevo, volver a mirar la
cuestión de la relación entre los maestros y los alumnos, mirar la
cuestión generacional desde otro lugar. Sandra Carli
señala que “los niños son diferentes hoy” y se asienta en una
verdad: los niños son testigos y contemporáneos de un presente
histórico frente al cual la percepción e interpretación de los
adultos se hallan más mediados por la inscripción del pasado en su
memoria generacional, es decir desapareció “nuestra” infancia,
la de los que hoy somos adultos.
Bibliografía
.
- CARLI, S (1999) La infancia como construcción social. En CARLI, S (comp) De la familia a la escuela. Infancia, socialización y subjetividad. Ed. Santillana, Bs. As.
__ (2011) La memoria de la
infancia. Estudios sobre historia, cultura y sociedad. Ed Paidós,
Bs. As. Cap. 5.
__ (2009) Notas para pensar la
infancia en Argentina (1983-2001). Figuras de la
historia reciente. En CARLI, S (comp) La cuestión de la infancia.
Entre la escuela, la calle y el shopping. Ed. Paidós, Bs. As.
- LUSETTI, L y GARCÍA ASOREY, I (2009) Revisión crítica de las prácticas docentes en el jardín maternal. En MAROTTA, M y otros. ¿Jardín maternal o educación maternal? Ecos de una experiencia de formación docente. Ed. Novedades Educativas, Bs. As.
- ROCKWELL, E. (2009) La experiencia etnográfica. Historia y cultura en los procesos educativos. Ed. Paidós, Bs. As. Pp. 48-99.
- WINDLER, R (2000) De esto sí se debe hablar. En MALAJOVICH, A (comp) Recorridos didácticos en la educación Inicial. Ed. Paidós, Bs. As.
1
CARLI. S (1999) La infancia como construcción social. En CARLI. S
(comp) de la familia a la escuela. Infancia socialización y
subjetividad. Ed Santillana BS. AS. P. 7
2
LEY DE EDUCACIÓN COMÚN 1420 fue la piedra basal del sistema
educativo nacional. Se aprobó el 8 de julio de 1884
3
El movimiento escolanovista fue una corriente de renovación
pedagógica que se desarrollo durante las primeras décadas del
siglo XX y cuyo rasgo más importante fue la centralidad del niño,
el dialogo de la pedagogía con nuevas disciplinas y la renovación
metodológica y didáctica del proceso de enseñanza y aprendizaje.
4 Fundamentos
y estructura del jardín de infantes Fritzsche, Cristina E. ; San
Martín de Duprat, Hebe. Buenos Aires : Estrada,1968
No hay comentarios:
Publicar un comentario