Introducción
Las nuevas demandas sociales a la escuela y lo que ésta considera significativo, hacen necesario un docente con nuevos conocimientos. Por esto el siguiente trabajo tiene como objeto indagar acerca del sentido y el contenido de la profesionalización docente.
Para ello será necesario realizar un análisis de diversos documentos del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba en base a diferentes categorías.
Desarrollo
Hemos seleccionado aquellos puntos principales de los diferentes documentos (Ley 9870, del diseño curricular del Nivel Inicial de la provincia de Córdoba, DCJ y del estatuto docente) que nos servirán para desarrollar el tema de profesionalización en la provincia de Córdoba.
Los Fines y objetivos de la educación persiguen:
La formación de ciudadanos conscientes de sus libertades y derechos.
Sujetos responsables de sus obligaciones cívicas, la capacitación para el ejercicio de la participación reflexiva y crítica.
La preparación laboral, técnica y profesional que los habilite para su incorporación al proceso de desarrollo socio productivo y técnico.
La comprensión de los avances científicos y tecnológicos desarrollando competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación.
Concebir la cultura del trabajo y del esfuerzo personal y cooperativo como principio fundamental de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Brindar una formación que le permita actuar con responsabilidad y compromiso en el cuidado y mejoramiento del ambiente.
Promover saberes, actitudes y valores que fortalezcan las capacidades de las personas para prevenir las adicciones y el uso indebido de drogas.
Asegurar el conocimiento y respeto de las normas de tránsito.
Asegurar la integración y participación de la familia y la comunidad en la acción educativa, en un marco de cooperación y solidaridad.
Estos son algunos de los fines y objetivos que tiene la educación en la provincia de Córdoba, a través de ellos se pueden observar con claridad las demandas y obligaciones que tienen las instituciones escolares. En los diferentes documentos se especifican también los derechos y los deberes de los docentes.
La ley 9870 plantea los siguientes derechos:
A la capacitación y actualización integral, gratuita y en servicio a lo largo de toda su carrera.
A la activa participación en la elaboración e implementación del proyecto institucional de la escuela.
A los beneficios de la seguridad social, jubilación, seguros y obra social;
A un salario digno;
Al acceso a programas de salud laboral y prevención de enfermedades profesionales;
Al acceso a los cargos y horas por concurso de antecedentes o por concurso de antecedentes y oposición,
Deberes:
A capacitarse y actualizarse en forma permanente.
A ejercer su trabajo de manera idónea y responsable.
A proteger y garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes que se encuentran bajo su responsabilidad.
A respetar la libertad de conciencia, la dignidad, integridad e intimidad de todos los miembros de la comunidad educativa.
Esto nos permite plantearnos ciertas preguntas tales como: ¿Qué espera la sociedad de las instituciones escolares y de los docentes? ¿Los docentes están capacitados para esas demandas? ¿Qué lugar tiene la profesionalización en los docentes que ya están insertos en las instituciones escolares? y ¿Dentro de la formación docente inicial? ¿Quién se ocupa de la profesionalización de los docentes? Estas son algunas de las cuestiones que vamos a intentar desarrollar a lo largo de esta investigación.
¿Qué espera la sociedad de las instituciones escolares y de los docentes?
Debemos tener en cuenta que no podemos hablar de las instituciones escolares y de los docentes de hoy y del futuro mediato sin reconocer que se tratan de categorías social que tienen una historia. El peso de la historia está presente en los edificios, las aulas, los textos escolares, los recursos didácticos y en las entidades y prácticas de los maestros.
En el origen del estado moderno, la socialización de las nuevas generaciones descansaba sobre un trípode conformado por la escuela, la iglesia y la familia. Estas dos últimas han experimentado transformaciones muy profundas como resultado de una serie de macro procesos.
La presencia cada vez más sistemática de los medios de comunicación de masas y otros consumos culturales, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, la fragmentación e inestabilidad de las configuraciones familiares, los cambios en los modelos de autoridad, entre otras. Estos procesos han producido cambios profundos en el sistema de instituciones responsables de la socialización infantil y juvenil.
Hoy, se le demandan a las escuelas demasiadas cosas. Se le pide que enseñe de manera interesante y productiva, cada vez más contenidos; que contenga y que eduque, que proteja los derechos de los niños y que amplíe la participación social.
Estas nuevas demandas las podemos agrupar en cuatro :
Se le pide a la escuela lo que las familias ya no están en condiciones de dar: contención afectiva, orientación ético- moral, orientación vocacional y en relación con el diseño de un proyecto de vida.
Los sectores más concentrados y modernos de la economía demandan una fuerza de trabajo dotadas de competencias éticas, relacionales y cognitivas muy complejas.
Desarrollar programas relativamente masivos de introducción de las nuevas tecnologías en las aulas.
Las dificultades propias de la vida en condiciones de pobreza extrema se manifiestan en la vida cotidiana de la escuela e inciden sobre el contenido del trabajo de los docentes. están obligados a desempeñar tareas asistenciales socialmente consideradas como urgentes.
¿Los docentes están capacitados para hacerse cargo de esas demandas?
Los valores que circulan en la escuela, la familia y los medios de comunicación son con frecuencia contradictorios. El trabajo del maestro se inscribe en este nuevo cuadro de relaciones, lo cual le agrega una dosis creciente de complejidad.
Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación están presentes en todos los ámbitos de la vida cotidiana de los sujetos. Muchos docentes se ven excluidos de la posibilidad de acceder al uso de las herramientas tecnológicas.
Con las nuevas demandas se presentan nuevas exigencias para el perfil de competencias del docente. Estos fenómenos ponen en crisis determinadas identidades profesionales y requieren una discusión: o bien el magisterio opta por la profundización de su especialización profesional o bien desarrolla una nueva profesionalidad pedagógico/asistencial (organizador y movilizador de recursos sociales para la infancia en función de objetivos de aprendizaje y desarrollo de subjetividades).
Esto nos permite plantearnos dos interrogantes ¿Qué lugar tiene la profesionalización en los docentes que ya están insertos en las instituciones escolares? y ¿Dentro de la formación docente inicial?
El sentido de la profesionalización es un objeto de lucha donde intervienen una pluralidad de actores colectivos y de intereses. Se podrían distinguir una serie de factores que operan como elementos transformadores del oficio docente que, en casi todos los casos, tienen un sentido doble. Por un lado, constituyen desafíos que favorecen potencialmente un avance en el proceso de profesionalización del oficio docente. Pero, al mismo tiempo, pueden tener efectos contrarios y constituirse en obstáculos poderosos para el avance de dicho proceso.
La profesionalización, a través de una política integral, busca favorecer una nueva profesionalidad docente, esta debería contemplar intervenciones articuladas en tres dimensiones básicas: la formación, las condiciones de trabajo y de carrera y el sistema recompensas materiales y simbólicas que se ofrecen. La experiencia indica que ninguna reforma parcial, es decir, que se concentra exclusivamente en una de estas dimensiones (el salario, la formación docente o el estatuto que regula el trabajo y la carrera) podrá favorecer esa profunda "reforma intelectual y moral" que necesita la profesión docente para garantizar niveles básicos de equidad en la distribución de ese capital estratégico que es el capital cultural.
Dentro de la ley 9870 el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba define los siguientes criterios básicos con respecto a la carrera docente en el ámbito estatal: el desempeño en el aula y el desempeño en la función directiva y de supervisión. También plantea que la formación continua es una de las dimensiones básicas para el ascenso en la carrera profesional.
La formación docente tiene como funciones según la ley 9870:
a) Inicial: es el proceso pedagógico que posibilita a los estudiantes el desarrollo de las capacidades y los conocimientos necesarios para el trabajo docente en los diferentes niveles y modalidades del Sistema Educativo Provincial
b) Continua: es el proceso de perfeccionamiento, actualización y capacitación en el ejercicio profesional que realizan los docentes de todos los niveles y modalidades y los agentes educativos que participan en la educación no formal.
Con respecto a la formación docente inicial el DIJ plantea ciertas finalidades para la formación docente algunas de las cuales son:
Preparar profesionales capaces de enseñar, generar y transmitir los conocimientos y valores necesarios para la formación integral de las personas.
Brindar una formación ciudadana comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural.
Comprender al sujeto a quien va dirigida la enseñanza, en sus dimensiones subjetivas, psicológicas, cognitivas, afectivas y socioculturales.
Adquirir herramientas conceptuales y prácticas que posibiliten tomar decisiones, orientar y evaluar procesos de enseñanza en las diversas áreas curriculares, atendiendo a las singularidades del nivel y a la diversidad de contextos.
Concebir la formación docente como una práctica social transformadora, que se sostiene en valores democráticos y que revaloriza el conocimiento como herramienta necesaria para comprender y transformar la realidad.
Asumir la práctica docente como un trabajo en equipo que permita elaborar y desarrollar proyectos institucionales y de intercambio con otras instituciones del contexto.
Podemos observar que el énfasis está puesto en una formación continua, que busca docentes comprometidos con los valores éticos, que comprendan al sujeto en todas sus dimensiones (subjetivas, psicológicas, cognitivas, afectivas y socioculturales).
¿Quién se ocupa de la profesionalización de los docentes?
Los lineamientos Pedagógicos Generales plantean en el artículo 19 de la ley 9870 que la educación en la Provincia de Córdoba tiende a alcanzar los más altos niveles de calidad. Para tal fin el Gobierno Provincial instrumenta las políticas necesarias para el mejoramiento de la calidad de la educación procurando la mayor formación profesional inicial y continua de los docentes; a la vez que propicie y sostenga los procesos de investigación e innovación educacionales planificados y sustentados científica, pedagógica y tecnológicamente. Asignando equitativamente los recursos físicos y financieros destinados a mejorar la infraestructura y equipamiento escolar e integrando, con igual fin, aportes comunitarios, sectoriales y de otras jurisdicciones.
Las autoridades del sector están encargadas de establecer diferentes formas y mecanismos de evaluación y control de gestión de los procesos educativos planificados y de sus resultados, así como también de sus costos en los diferentes niveles, servicios y localizaciones.
Instrumentará un sistema de información ágil y eficaz para guiar la toma de decisiones de política educacional, retroalimentar su planificación, proveer a su adecuado financiamiento, controlar su ejecución y contribuir a regular equitativamente la calidad de las prestaciones.
Conclusión
Hay que tener en cuenta que no puede esperarse que ningún sistema funcione en condiciones completamente diferentes de aquellas para las que fue desarrollado. El sistema educativo está preparado para funcionar en ciertas condiciones. Alteradas estas condiciones, si bien existen posibilidades de adaptación, ningún sistema puede responder adecuadamente cuando estas condiciones se encuentran alteradas en su totalidad. Ante esta situación, como docentes, deberíamos asumir como parte de las políticas referidas a la cuestión, la generación de condiciones que hagan razonables las demandas impuestas sobre la tarea de enseñar en las escuelas y la remoción de las demandas irracionales, dadas las características del sistema escolar.